sábado, 24 de octubre de 2009

Descendimiento del Cristo de la Buena Muerte año 2009. Me lo pidió Jesús y José Luis, y un poco tarde pero a tiempo


Cristo muerto que se acerca a mí, rodeado de gente pero sin ser capaz de quitar mis ojos de los suyos, buscando un consuelo, una ayuda. Es la otra Semana Santa, la que no se ve, la que es diferente, la que te atrapa en una espiral, la que te ayuda a pensar que todo esto tiene un significado.

Difícil separar la madera de la realidad, y más aun cuando la madera es tan impresionante. Se puede decir mucho más con una escultura, pero no mejor dicho. Contundente y sencillo, pero apabullante, con una fuerza que casi ofende. Cristo portado en posición casi horizontal por unos humildes frailes que al pasar a tu lado el Lunes Santo parece que te acaricia en el pelo y que te consuela saber que algo de tí va en sus pensamientos.

En cinco minutos pasas del exterior al interior de la Iglesia de San Vicente y entras en un mundo prohibido, reservado para las miradas del mundo exterior, privilegiado...

Y te encuentras ante Él, y ante tí mismo

jueves, 22 de octubre de 2009

Mi compañero


Desde hace unos cuantos años, un camino cruzó mi destino convirtiéndose en un objetivo bañado de recuerdos, de pasión y de emoción. Sudores y lágrimas y emociones cruzadas han acompañado la imaginación todos estos años, sanando la mente con el dicho que "..todo llega.." para no perder la calma, mantener el tipo lo mejor posible.

No todo es el futuro ni el pasado, últimamente estoy aprendiendo a saborear el presente de una manera que no sabía que existía. Cuando sabes que vas a tener mucho tiempo (así como miles de años..) miras a la cara al presente, al día en el que vives y disfrutas cada gota que te ofrece. Yo estoy aprendiendo a hacerlo gracias a las voces del silencio, a las miradas que detienen el tiempo. A las cosas sinceras

Hace un tiempo, cada mes más o menos, un amigo de chupete y compañero en muchas cenas, y melodías, y frío (que frío pasamos amigo) muy especial me llama o le llamo yo a él para charlar un rato, pero sobre todo para recordarnos que falta un poco menos para llegar al principio del camino, y nos preguntamos por nosotros y eso es bueno, muy bueno. Con todo esto de internet y demás foros, se empieza a perder el sabor de charlar con alguien de cualquier tema a la cara o por teléfono.

Ya falta menos amigo, ya se puede tocar, pero recuerda que el camino a recorrer es muy importante y que todavía tienen que poner las luces de navidad que siempre me han gustado tanto, y que este año van a tener un sabor muy muy especial, por ellas mismas y por los ojos que las miran con la misma ilusión que las voy a mirar yo. Porque vamos a ver más allá, mucho más allá

miércoles, 21 de octubre de 2009

Un largo camino


Empieza cada día, cada momento que nos levantamos y decidimos avanzar por la vida. Cada día es apasionante, puedes descubrir cosas que ni te imaginarías que existen.

Hace poco intenté explicar lo que yo sentía al cargar El Paso, el pertenecer a ese grupo de Hermanos cargadores, y porqué en los malos momentos tiendo a acordarme de la tarde de Jueves Santo, y todo lo relacionado con ella. En los buenos también.

Mientras intentaba dibujar con palabras mis sensaciones, convertidas en sentimientos, me dí cuenta que la Semana Santa me ayuda a encontrar cosas de mi mismo que me sorprenden y que en muchas ocasiones casi no me doy cuenta que existen. Es importante sentirse cerca de uno mismo, y yo gracias a la la Semana Santa me acerco un poco más a mí, me conozco un poco más, y me gusta descubrirme.

Pienso que cada uno tiene que seguir sorprendiendose a si mismo, soñando despierto, que eso es muy guay, es lo mejor, con la Semana Santa, o con lo que sea.

Dibujé y soñé en blanco, en azul y negro brillante, con sol y con luna, y oyendo las voces del silencio, que son las que más dicen, cuando no se necesita hablar que es cuando todo lo que llevas dentro sale fuera.

"...tengo cinco amigos que tienen claro que todo va a salir bien, es más, saben que todo está ya bien.."