domingo, 14 de diciembre de 2008

Compromisos Navideños

El frío se ha instalado en nuestros huesos (al menos en los míos) y por mucho que me diga la gente, no le veo al invierno nada o casi nada de positivo. Ropa de abrigo, calefacciones, catarros...

Esto me recuerda que llega la Navidad, sí, la misma. Época privilegiada del año en la cual muchas veces inconscientemente hacemos un pequeño balance de nuestras vidas y nos acordamos más insistentemente de las personas que nos rodean, pero también de las que Ya no nos rodean. Vemos su silla vacía, recordamos sus palabras, el olor de su tabaco, en fin.

Encuentros gastronómicos florecen cual setas en otoño a diestro y siniestro, véase cenas de todo tipo. Cena de trabajo, cena de amigos, cena de familia, cena de primos, de hermanos, de gimnasio, de inglés, vamos, que te puedes pasar cenando por ahí las dos semanas que dura la Navidad. Compromisos en general de los cuales no nos queremos o podemos librar, yo no lo tengo claro, pero el más especial extramuros (de mi casa) y el más deseado es la Cena de Hermanos de Paso.

Amigos eso si que es especial. Cada vez parece que está más cerca el Jueves Santo. Besos, abrazos, sonrisas, qué más se puede pedir de personas a las que vemos una o dos veces al año, pero que sabes que están ahí a tu lado los 365 días del año, y que encima te llaman por tu nombre, te preguntan por tu familia, tu trabajo, exámenes de oposición... Yo doy gracias por formar parte de algo tan grande.

Algo tan grande, qué difícil es apreciar esos pequeños momentos y que de verdad son los que importan que aunque sean 14400 segundos, o algunas horas quedan en la memoria para toda una eternidad, y yo de esos momentos no me olvido, de hecho em acuerdo todos los días de ellos.

Hermanos, hoy comamos y cantemos que mañana ayunaremos

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes razon, yo tampoco olvido ni un solo dia esos momentos tan importantes que vivimos juntos.
un saludo